31 diciembre 2007

Inventario

Cada año los medios de comunicación hacen su particular lista de éxitos. El personaje del año, el invento del año, las mejores fotografías, los mejores libros, las tendencias asentadas, lo que está por venir...

Yo tengo una memoria un tanto rara y el tiempo se ordena, principalmente, en torno a los libros que he leído. Estos son mis recuerdos de 2007.

  • Sebald - Los emigrados
  • Canetti - El testigo oidor
  • Pinilla - La higuera
  • Swift - Los viajes de Gulliver
  • Auster - Travels in the scriptorium
  • Kapuscinski - Viajes con Heródoto
  • Herralde - Opiniones mohicanas
  • Ortega y Gasset - La rebelión de las masas
  • McCarthy - The road
  • Levi - Si esto es un hombre
  • Benet - Numa
  • Rosa - ¡Otra maldita novela sobre la guerra civil!
  • Roth - La mancha humana
  • Vidal - El asunto de la ficción
  • Cardoso Pires - De profundis
  • Sontag - Al mismo tiempo
  • Goytisolo, Luis - Liberación
  • Sontag - Cuestión de énfasis
  • Sebald - Austerlitz
  • Grasa - Días en China
  • Marías - Negra espalda del tiempo
  • Foster Wallace - Hablemos de langostas
  • García Márquez - Cien años de soledad
  • McCarthy - No es país para viejos
  • Coetzee - Vida y época de Michael K
  • Rosa - El vano ayer
  • Fisk - La gran guerra por la civilización
  • Pinilla - Verdes valles, colinas rojas. Volumen 1
  • Fukuyama - América en la encrucijada
  • Canetti - Masa y poder
  • Vila-Matas - Exploradores del abismo
  • Pinilla - Verdes valles, colinas rojas. Volumen 2
  • Marías - Tu rostro mañana: fiebre y lanza
  • Marías - Tu rostro mañana: baile y sueño
  • Marías - Tu rostro mañana: veneno y sombra y adiós
  • Coetzee - Diario de un mal año
  • Castells - La galaxia Internet
  • Tavares - Un hombre: Klaus Kump
  • Grossman - Vida y destino
  • Némirovsky - El ardor de la sangre
  • Vallejo - La puta de Babilonia
  • Nothomb - Higiene del asesino
  • Mailer - El castillo en el bosque
  • Roth - El lamento de Portnoy

essentials


No ha sido este un año de descubrimientos literarios; más bien de confirmaciones, de asentamientos y despedidas. Apenas he leído autores para mí desconocidos, cada día me cuesta más encontrar escritores (y músicos y cineastas) que me seduzcan. De los nuevos, sólo Isaac Rosa me ha gustado de veras (y es que El vano ayer vale mucho)

He confirmado la valía de ciertos autores por los que sentía curiosidad –había leído mucho sobre ellos y muy poco escrito escrito por ellos– como Susan Sontag o el genial W.G. Sebald. Y me han decepcionado otros que en su día fueron prometedores –leí novelas interesantes en el pasado, no creo que vuelva a acercarme a ellos. Los tres caídos en desgracia son Auster, Mailer y Pilip Roth; como se ve, son iconos de la literatura estadounidense pero su momento ya pasó.

Y por fin, se han asentado en mi particular olimpo literario algunos autores muy queridos desde hace años, tanto que este año he terminado con ellos, he leído todo lo que me faltaba por leer (al menos, su oba esencial, la que me prometí leer). Aquí están Elias Canetti y su Masa y poder, la trilogía vasca de Ramiro Pinilla (estoy al final de la tercera parte, lo doy por leído), Luis Goytisolo (ojalá me alegre el 2008 con un nuevo texto), o, cómo no, Javier Marías, que por fin completó Tu rostro mañana.

Si tuviera que elegir el libro de año sin embargo elegiría The road, de Cormac McCarthy. El libro me ocupó más tiempo del esperado; lo dejé a mitad y tuve que retomarlo al no poder leer nada más; de alguna forma estaba obligado a terminarlo antes de pasar página. Es uno de los libro más duros que he leído. Aún me entristezco al recordarlo.

¿Qué libros me acompañarán en el 2008? Por ahora tengo en mi estantería Las benévolas, Europa central y los Ensayos de Montaigne. Después, el tiempo dirá.

29 diciembre 2007

¿Quién ha sido?

Nunca sabremos quién mató a Benazir Bhutto.

Es muy posible que dentro de una semana el Gobierno anuncie a bombo y platillo que la célula de Al Qaeda que atentó contra Bhutto ha sido desmantelada y sus miembros enviados a prisión, donde están siendo interrogados. Me temo que será mentira. Si anunciasen “El Gobierno, para acallar a la población y la comunidad internacional, ha apresado a unos pobres diablos y los tortura en una sucia cárcel”, me lo creería.

Si leemos en los medios que uno de los detenidos confiesa hacer preparado el magnicidio, debemos ser cautelosos y no creerle a pies juntillas. La tortura puede haber puesto esas palabras en su boca.

bhutto

Esta mañana el portavoz del líder de Al Qaeda en Pakistán ha negado su participación en el atentado. "No estoy implicado en este atentado. Lo niego rotundamente. Las tribus tienen sus propias costumbres y nosotros no atacamos a mujeres (...) Es una conspiración del Gobierno, el ejército y los servicios de información paquistaníes. (...) Benazir no era sólo una líder en Pakistán sino también una líder de renombre internacional. Expresamos nuestro profundo dolor por su muerte".

No hay razón para desconfiar. Los terroristas suelen tener un macabro orgullo que les lleva a confirmar sus acciones. Así lo hace ETA en los zutabes y así lo hace Al Qaeda en los vídeos que distribuye a través de Internet. En este caso, no sólo niegan su participación, sino que condenan el magnicidio. Dirán que no se puede confiar en la palabra de un terrorista. Lo que no se puede es creerle cuando conviene y llamarle mentiroso cuando contradice nuestra tesis.

Benazir-Musharraf-Deal-Pakistan

Musharraf tenía muchas razones para acabar con Bhutto. Era una imposición de su “amigo” George Bush, su único valedor y al tiempo su mayor crítico (al menos, el único que hace algo de caso). Aceptó su regreso al país a cambio de silencio y apoyo tácito; compró su favor cerrando todos los juicios pendientes contra ella; le permitió hablar con la prensa extranjera y organizar mítines multitudinarios. Era necesario que todo pareciese en orden. Sólo eran dos candidatos al poder en plena campaña electoral.

El estado de excepción que decretó el 3 de noviembre torció las cosas. Bhuttto vio la oportunidad y comenzó a criticar ferozmente a Musharraf. Anunció la ruptura de los pactos con él firmados y exigió su dimisión. Era demasiado para un militar acostumbrado a gobernar sin oposición.

No podía encarcelarla ni expulsarla del país. Estados Unidos no lo permitiría. Si la dejaba participar en las elecciones del 8 de enero, ella sería la ganadora. No era una opción. Estaba claro lo que había que hacer. El método: montar una farsa de atentado. Antes los asesinatos políticos se camuflaban en accidentes de coche o avión; ahora se intenta que parezca obra de Al Qaeda.

Bhutto

Para acabar con una política corrupta han tenido que matar a una treintena de personas (si hemos de creer que el atentado de octubre, con 120 muertos, fue realmente obra de islamistas). Eso es lo que más duele. Al cabo, la situación en Pakistán no hubiera cambiado tanto de estar Bhutto en el poder.

Ahora queda por saber si se mantendrá a fecha de las elecciones. Es la única incógnita: ya sabemos quién será el ganador.

26 diciembre 2007

El argentino incontinente

Hay libros que es mejor abandonar a la mitad. Las primeras páginas impresionan, en ocasiones deslumbran –¡Qué buen escritor es este tipo!–, antes de llegar a la página 50 sabes que se va a llevar una buena nota, y buscas en la red más informacióñn sobre el autor –reseñas, entrevistas– como si fuera un modo de entender mejor la obra.

Pero la ilusión se desvanece a mitad de libro. Y entonces sólo hay dos opciones: continuar para ver si mejora, si reaparece aquella chispa que encontramos al principio, o abandonarlo cuanto antes y abrir otro libro, uno lo más diferente posible.

Yo soy más de la segunda opción. Primero porque el libro nunca mejora. Una vez le he “cogido manía” –una vez me he sentido defraudado, includo engañado por su autor– es imposible que vuelva a aceptarlo. Principalmente porque es aquella característica que en el primer párrafo me hizo apreciar la novela, –un estilo siempre, un ritmo, una cierta musicalidad– la que en la página 200 aborreceré. Y segundo, abandono un libro porque, como suelo repetir, la vida es muy corta y hay demasiados libros por leer.

En este sentido, hace poco tuve que leer para una reseña El castillo en el bosque, de Norman Mailer, y puedo asegurar que es el primer libro que termino a disgusto desde que iba la escuela. Hay novelas que no me agradan y se llevan un suspenso, pero si definitivamente no llegan ni a suspenso, son expulsadas del aula.

alan pauls

Todo esto viene a cuento de El pasado, la novela con la que el argentino Alan Pauls ganó el premio Herralde hace unas pocas ediciones. El libro habla de la ruptura de la pareja: Rímini y Sofía se separan tras 12 años juntos y cada uno intenta superar la pérdida como puede. El chico se decanta por su trabajo de traductor, por el consumo ingente de cocaína y –un clavo saca otro clavo– por nuevas mujeres, todas opuestas a Sofía. Ella intenta “seguir siendo amigos”: mantiene su relación con el padre de Rímini, le escribe cartas y breves comentarios que Rímini encuentra en los lugares más insospechados, le espera a la salida de su trabajo, le deja decenas de mensajes en el teléfono... un asedio en toda regla.

No sé si al final vuelven, llegué a la página 300 y me arrepiento de no haber cerrado El pasado varios capítulos antes (y es que hay que saber cuándo cerrar un libro). Aquellos en que se describe su relación son deliciosos, muy bien escritos; aquellos que detalla sus devaneos con la droga muy divertidos; después viene el hastío.

Alan Pauls sabe escribir pero no sabe parar de escribir. Ignacio Echevarría dijo: “la escritura de Pauls muestra siempre una precisión y una riqueza admirables, que la mantienen alejada de inflaciones retóricas. Pero, presa de una glotonería insaciable, esa escritura incurre progresivamente en una incontrolada, casi insensata prolijidad”.

Si en lugar de 560 páginas hubiera tenido poco más de 300, El pasado hubiera sido una muy buena novela. La historia de siempre: lo bueno si breve...

De todas formas, merece la pena leer los capítulos que antes he mencionado. Aunque uno no llegue nunca a saber cómo acaba la historia de amor.

23 diciembre 2007

Los peligros de la lectura

Tras el usual demoledor informe PISA, la ministra de Educación dijo que no leer era peor que fumar. Coincido con Rafael Reig en su comentario: depende de lo que leas y depende de lo que fumes. En cualquier caso, elogiar la lectura nunca ha sido un eficaz incentivo para aquellos jóvenes no lectores.

Antes de entrar en metodologías varias, hay que matizar aquello de que la mayoría de los jóvenes no lee nunca. ¿Acaso antes la cosa era distinta? ¿Tanto ha transformado Internet la vida de la juventud?

Me temo que nada cambia. Es muy posible que el porcentaje de lectores no haya variado en 200 años. Así que hoy, por pura demografía, hay más lectores que antes. Si hacemos memoria y recordamos nuestros años de colegio, podemos contar –seguramente con los dedos de la mano– el número de personas que leían algo más que cómics o revistas eróticas. Y, mal que les pese a algunos, muchas de esas personas no han acabado sumidas en la vorágine de la droga o los trabajos temporales; antes bien, conozco a unos cuantos que han acabado con trabajo fijo y ganando más dinero del que voy a ver yo en mi trabajo como redactor (por muchos periódicos que lea).

Leer debe de ser muy sano. Pero yo no leo por eso. Sería estúpido, una actividad ingrata autoimpuesta en aras de de una hipotética salud mental. ¡Vamos! Ya tengo basante con comer verdura 3 veces por semana.

Nadie en su sano juicio lee porque es bueno (y si lo hace demuestra que no está en su sano juicio). Lee porque es divertido. Punto. Que además viene bien para... no sé muy bien para qué, la verdad, leer a Coetzee o a Marías debe de ser una de las actividades más inútiles del mundo (y las más gratificantes); que viene bien para algo, perfecto. Es como el niño raro que al gusta la verdura y el pescado: genial, disfruta y come de forma saludable.

Pero si se impone la lectura como a mí me imponían la verdura... mal camino. No hay nada peor que decirle a un chaval, “Lee un capítulo y podrás ver la tele”. Asociación automática: leer es el palo y la tele la zanahoria. Cuando él sea capaz de coger la zanahoria por sí mismo, ¿alguien cree que se autoflagelará antes de darse el premio?

Copio un un divertido decálogo que he encontrado aquí y que puede animar a algún joven a abrir un libro. La clave, hacer intersante la lectura; y no hay nada más interesante que lo prohibido. (Quizá a la siguiente generación deberían darles cigarrillos en su primera comunión; es posible que así no los robasen a sus padres años después para fumarlos a escondidas y se ahorrasen muchos cánceres de pulmón.)


lector


1.- Quienes leen mucho acaban ciegos. Primero son esas gafitas de intelectual, luego las de culo de vaso y acabas como Galdós o Borges, contratando a una tierna manceba que te lea a los pies de la cama.

2.- Quienes leen mucho acaban trastornados. Como don Quijote, o Cela. Una alumna mía me decía que hay por ahí un tonto ambulante que se quedó así de tanto estudiar. Al parecer se tomaba todo tipo de psicotrópicos para mantenerse despierto mientras leía y leía.

3.- Leer agota tu economía. Los libros son caros y no se pueden bajar con el emule. Los que están en internet son clásicos y por tanto largos, así que si los lees en la pantalla todavía te quedas más ciego (ver punto 1).

4.- Leer complica la vida doméstica. Acumular libros se convierte en una obsesión que requiere espacio, metros de estanterías desordenadas, dolorosas cajas en el trastero, mesitas de noche polvorientas... Con la amenaza de cónyuges o hijos: "Elige, los libros o nosotros". Y esa pregunta estúpida de las visitas no lectoras: "¿Te los has leído todos?"

5.- Leer complica la vida amorosa. "¿Todavías estás leyendo? Pues me duermo..."

6.- La lectura suele ser fuente de toda infelicidad. Quien no lee no tiene más punto de vista que el que le ofrece su cadena de televisión habitual, su peluquero, su estanquera o su compañero de cañas. No necesita contrastar visiones distintas de un hecho, ni ponerse en lugar del otro. Asume que la realidad es plana. Y es feliz.

7.- Los libros generan frustración. La lectura te muestra vidas que nunca llegarás a vivir y lugares que nunca conocerás. Te permite imaginar a los personajes y lugares de las historias del modo que tú quieres. Luego vienen los de Hollywood y te plantan al guapo de turno en unos paisajes de Nueva Zelanda que te cagas, y ya está, tu gozo imaginado en un pozo, porque cómo explicas a los espectadores de la sala que lo que tú habías imaginado era mejor.

8.- La lectura es algo lento y repetitivo. A ver, ¿qué ha cambiado en la lectura en los últimos dos o tres milenios? ¿Leemos más rápido? ¿Se lee a través, renglón sí, renglón no? Nada. Siempre igual, una línea detrás de otra. Y encima hay que esperar más de una hora (una semana, un mes) para que nos cuenten el encuentro amoroso de una pareja, el remordimiento por un crimen, la frustración por una vida anodina, la conquista de una libertad.

9.- Leer no sirve para obtener admiración. Por si alguien no se ha enterado, ser buen lector no cotiza en la bolsa de la vida social. Que alguien cite a buenos lectores que salgan en la tele: ... (silencio prolongado). Antes, con lo de mayo del 68 y todo eso, aún se ligaba citando a Camus, a Brecht, a Quevedo. Pero ahora, como no cites a Jaime Peñafiel...

10.- La lectura no está al alcance de todos. Digan lo que digan, el placer de leer está reservado a unos pocos. Son esos pocos los que gozan casi pecaminosamente cuando descifran un clásico, cuando sienten las pasiones que se imaginaron hace siglos para que les lleguen a ellos casi en exclusiva, cuando se quedan varios días en estado de shock después de leer buenas novelas, cuando se estremecen leyendo un poema, cuando lloran o ríen entre líneas, cuando recomiendan furtivos lecturas que no se venden en Carrefour, cuando no pueden salir de casa sin un libro en el bolsillo, cuando miden sus vidas por los libros que leyeron en cada época... Son una élite, peligrosa y exquisita, que procura captar miembros para su secta, pero que también sabe que muy pocos serán los elegidos.


20 diciembre 2007

Aletargadores

“No news is good news”, reza el dicho. El hecho de que no haya noticias, es una buena noticia. Significa que las cosas van bien, que no hay que informar de atentados, de accidentes de coche, de asesinatos conyugales, de sida o inmigración. Lamentablemente, siempre hay noticias. Sin embargo, si se atiende a lo publicado en los medios esta semana, parecería que hay escasez de tragedias. El romance entre el presiente de Francia, Nicolás Sarkozy, y la modelo y cantante Carla Bruni acapara el centro de la información internacional. Y el agitado y estéril debate entre el conejo y el pollo es el centro de la crónica política en España.

En serio, ¿qué nos pasa a los periodistas?

Desde hace ya un tiempo la información ha pasado a ser infotainment, un neologismo nacido de la unión entre information y entertainment. Infoentretenimiento, lo han llamado aquí. Lo importante en un periódico –no digamos ya en un informativo de televisión– no es tanto proporcionar al ciudadano los datos necesarios para la comprensión del mundo en que vivimos, sino atontarle con historias nimias que le ayuden a mantener una conversación en el café de la oficina.

Pan y circo, ¿les suena?

La televisión basura parece no ser suficiente para domar a una sociedad; aquellos que tienen como misión despertarla de su letargo y enfrentarla a los fraudes de la política o los engaños del consumismo se han pasado al lado oscuro de la fuerza.


roto


“Es lo que la gente quiere escuchar”, dirán. ¿De veras? yo no quiero saber con quién se acuesta Sarkozy, quiero que me digan por cuántos euros se ha vendido a Gaddafi. Tampoco tengo ninguna curiosidad por saber las razones la separación de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, más bien desearía leer un sólido reportaje sobre las cuentas de la Corona.


En fin, es clamar en el desierto. Esto no ha hecho más que empezar.

15 diciembre 2007

Tras los muros

Estos días ha recalado en España la antropóloga brasileña Teresa Caldeira, que se dedica a estudiar la desigualdad social en las ciudades y los mecanismos de exclusión y división que en ellas se dan en aras de una supuesta seguridad.

Aquí algunas de sus declaraciones en El País:

"Lo que más me preocupa es que las ciudades estén asumiendo y consolidando la desigualdad como algo natural”

"Hacia 1982, mientras vivía en uno de estos barrios [periféricos de Sao Paulo], empecé a constatar la aparición de un nuevo discurso que hablaba del 'miedo' al crimen y a la violencia. Ciertas clases empezaron a utilizar este discurso para salir de sus casas, buscar seguridad y optar vivir 'encerrados'. Este proceso es similar al registrado en EE UU. Las ciudades se están cerrando".

Frente a la inseguridad –real y supuesta– de la megalópolis, los ciudadanos “con posibles” toman la determinación de huir de la ciudad, de autoexiliarse y crear colonias anexa seguras. La desigualdad económica se hace todavía más patente.

Sobre esta realidad de nuestros días, y los que vendrán, el mexicano Rodrigo Plá ha filmado La zona. En una ciudad cualquiera de Latinoamérica, un grupo de adinerados ha construido su particular castillo, fortificado con alambradas eléctricas y vigilado por decenas de cámaras controladas por guardias de seguridad privados. Es “su” ciudad, conseguida gracias al amparo de un juez corrupto. La policía no puede entrar salvo orden judicial (“La calle es de todos”, dice un inspector, “Ésta no”, responde una habitante).



Un accidente rompe la falsa tranquilidad en la que estas personas viven. La verja se rompe y tres muchachos entran a robar a una casa; dos de ellos son tiroteados, y un guarda muere por error. Lo primero que harán sus habitantes será intentar ocultar lo sucedido mediante engaños (a la viuda del guarda), dinero (a las fuerzas de seguridad), o simple coacción (todos los vecinos deben acatar lo decidido en a asamblea ciudadana). Después, intentarán cazar al tercer ladrón.

La zona puede verse como una eficaz película de intriga y acción, un thriller. Pero es al mismo tiempo una serena y penetrante reflexión sobre el presente y, sobre todo, el futuro. El mi miedo a la violencia lleva a las familias con dinero no sólo a buscar seguridad –actuación lógica y nada reprobable–– sino a sentirse superiores a quienes viven fuera de la zona. Éstos son inferiores seres que malviven y sólo buscan ejercer el mal, personas que pueden ser fácilmente compradas, que no merecen ni un entierro digno.

Como queda patente en la película, su seguridad no es tan firme como pensaban. La solución no puede ser encerrarse. Eso lo sabe el espectador y lo acaba sabiendo un personaje, “Cuando mi hijo crezca y me pregunte por qué vivimos detrás de un muro, ¿qué le diré?”. Si no queremos que en mundo se convierta en megalópolis paupérrimas rodeadas por decenas de “zonas” fortificadas, mucho debemos cambiar.

14 diciembre 2007

Ceder a la tentación

Más de sesenta años ha tardado en ver la luz El ardor de la sangre. Irène Némirovsky (Kiev, 1903 – Auschwitz, 1942) escribió esta novela un año antes de su muerte, y pidió a su editor que la guardase. Tan bien cumplió su cometido que sólo gracias a las investigaciones de los biógrafos de la escritora podemos ahora disfrutar de su lectura.

En una región francesa donde nunca sucede nada, en la que el tiempo parece haberse detenido y sus habitantes sólo buscan vivir en calma, una tragedia desenterrará secretos del pasado. Con este sencillo y manido argumento Némirovsky crea en apenas 160 páginas –epílogo incluido– una novela en la que el amor, la soledad o los impulsos de la carne son tratados con elegancia y delicadeza.

Némirovsky

El protagonista es Silvio, un viejo que vive recluido en su casa y disfruta de la soledad, una soledad según él merecida. En su juventud huyó de su tierra y su gente, viajó, amó y disfrutó de la vida. “Hay gente que es tremendamente sensata a los veinte años –dice–. Pero yo prefiero toda mi locura osada a su sabiduría”. El "ardor de la sangre", expresión repetida a lo largo de la novela, le llevó a quebrar algunas reglas; pero también fue lo mejor que le pasó en la vida. Lo mismo puede decirse del resto de personajes; sus vidas sólo cobran sentido al ceder a los impulsos.

Antes de redactar la novela, Némirovsky temía no definir bien a los personajes. Se equivocaba. No sólo ellos aparecen cercanos, sino también el campo francés, un lugar en el que “la gente vive metida en casa, encerrada en su propiedad, desconfía del vecino, recoge su trigo, cuenta su dinero y no se ocupa de nada más”. Una vez que el lector entra en este mundo, comprende y perdona todos los errores que el ardor de la sangre hace cometer a los personajes.

(Reseña aparecida en el suplemento Artes y Letras el 12 de diciembre de 2007)

12 diciembre 2007

Primer amor literario

Jordi Sierra i Fabra ha recibido el Premio Nacional de literatura infantil y juvenil. El tipo es una máquina, ha escrito más de 300 libros, la mayor parte dedicados a esos lectores –por lo visto cada vez más escasos, aunque pienso que el porcentaje no ha variado mucho en las últimas décadas lectores, ¿o todos nuestros padre eran asiduos de las bibliotecas a los 14 años?– entre los 10 y los, pongamos, 17 años. Pero también ha escrito más de 40 novelas “normales”, mas de 30 biografías de músicos (Dylan, Springsteen, Pink Floyd...) y unos cuantos volúmenes de historia de la música pop y rock.

Como muchos escritores –algún día tendré que escribir un ensayo sobre el tema, aunque sea po la parte que me toca– de niño estuvo postrado en una cama durante varios meses a raíz de un accidente. Hoy hubiera pasado las mañanas navegando por Youtube y jugando a a Playstation, pero en cambio se dedicó a leer a redactar su primera historia: Asalto al First National Bank.

No voy a relatar aquí su biografía, para eso está la entrevista en Babelia, o su página web. Desde aquí querría recordar al primer escritor que me gustó. Así de simple. De pequeño leía libros que me atraían por su portada, por su título o simplemente los que me regalaban mis familiares. Cuando descubrí a Sierra i Fabra leía a Sierra i Fabra, como hoy leo a Marías o a Coetzee. No importaba el argumento, o era lo de menos: su nombre era garantía no sólo de entrenimiento, sino también de conocimiento.

Sierra i Fabra escribe libros para jóvenes, pero no libros para idiotas. Quizá si hoy tuviera que publicar de nuevo alguno de aquellos libros, la casa editorial le obligaría a edulcorarlos. De alguna forma, son libros breves y escritos con un lenguaje sencillo –que no vacío–, pero los argumentos podrían pasar por novelas para adultos.


Jordi Sierra i Fabra


Veamos algunos ejemplos:


El Ciclo de las Tierras es una trilogía futurista inspirada en narradores como Asimov o C. Clarke. En el planeta Tierra 2 conviven máquinas y humanos; los primeros han evolucionado hasta tal punto que han aprendido a tener sentimientos. Pese a que la Constitución establece total igualdad entre humanos y máquinas, lo cierto es que todavía persiste cierto sentimiento de superioridad por parte de los hombres. Éstos acabarán rebelándose contra las maquinas y abandonando el planeta. Una vez solas, las máquinas instauran una sociedad jerarquizada y declaran que el hombre es el origen de todo mal. Según el autor, "El Ciclo de las Tierras es la odisea del hombre y la máquina en la génesis del futuro. La historia de lo que puede suceder y de una esperanza”.

La balada del siglo XXI, o el relato de cómo se gesta un grupo tipo Spice Girls o Take That. Siglo XXI es un grupo de rock ideado y seleccionado por una computadora para ser el mejor del mundo. Sus cuatro integrantes ven hacerse realidad sus mayores sueños: fama, éxito y dinero. Pero también tensiones, giras agotadoras, vértigos y crisis vitales.

Noche de viernes. Cinco jóvenes que quieren zafarse de las normas y las reglas que les impone la sociedad, se lanzan a las calles un viernes por la noche en busca de alcohol, drogas y diversión. Al amanecer sus vidas habrán cambiado de forma radical.

Malas tierras. Tres historias de juventud, amor y donación de trasplantes se entrecruzan una noche después de un concierto de Bruce Springsteen en Barcelona. Una novela juvenil en la que usa una estructura coral que desemboca en un final común. En ella supe de Springsteen y leí unos versos de Badlands, (de ahí el título); las consecuencias de este temprano descubrimiento son bien conocidas.

El Ministerio debería haberle concedido el Premio Nacional de Literatura, no sólo de Literatura Infantil y Juvenil, galardón de mucho menos prestigio. El catalán ha impulsado el fomento de la lectura de manera más eficaz que diez planes estatales o mil clases de lectura obligatoria (la peor forma posible de acercar a un joven a los libros, pero ese es otro tema).

09 diciembre 2007

Los experimentos, mejor con gaseosa

Ayer El País anunciaba el giro al centro del PSOE. Pretende así ganar las elecciones de marzo. Desde el punto de vista teórico, tiene sentido. Dos partidos compiten por el poder, necesitan el mayor número de votantes; el número de éstos que se consideran “de centro” aumenta es mayor que el que se consider “de izquierdas” o “ de derechas” (o al menos es un número considerable como para despreciarlo). Cuanto más centristas sean, más votos acapararán.

Hace unos años también el PP intentó su giro al centro. En vista de las declaraciones de sus dirigentes los últimos años, parece que no lo consiguió. En el caso del PSOE, es mejor que no lo consiga. Mejor sería que no lo intentase siquiera. Uno de las características positivas de Zapatero y su equipo (que no del conjunto de políticos que integran el partido) es su izquierdismo. Le diferencia del PP, pero también el antiguo PSOE.

Hoy por hoy, el PSOE tiene dos buenas claves para ganar las elecciones. Su política social y el Partido Popular. La primera no la han sabido vender, y la segunda es entendida más como un escollo que una ventaja.

El día que impriman un millón de carteles con los rostros de Acebes, Aguirre, Zaplana y Rajoy en los que se pueda leer ¿Mejor que ZP? tendrán a media España en el bolsillo.

Por ahora que se dejen de giros extraños, no vaya a ser que pierdan las elecciones y se den cuenta, como en algunas dietas, de que también han perdido 3 meses.

06 diciembre 2007

Propuesta de reforma de la Costitución

Hoy, día de la Constitución, es un buen momento para sugerir algunos cambios a esta Ley Fundamental. Nació en unos tiempos convulsos, y hubo que conceder en muchos temas para evitar la sangre. Por tra parte, los tiempos han cambiado, y las leyes deben adecuarse a ellos. Hoy, España es un estado democrático lo suficientemente maduro para cambiar las reglas del juego sin tirar el tableo al aire.

Todos los partidos quieren modificar algunos artículos de la Constitución. Aquí está mi propuesta de reforma:

Art 1.- La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.
Tercera República, ya. España no eligió al rey; lo hizo el dictador Franco. Por respeto a Juan Carlos, que ha realizado su labor con moderada corrección, los ciudadanos esperaremos a su muerte para proclamar la república. Felipe no reinará.

Art 15.- Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que, en ningún caso, puedan ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes.
Derecho, no obligación: ¿para cuándo la eutanasia?
Queda abolida la pena de muerte, salvo lo que puedan disponer las leyes penales militares para tiempos de guerra.
Queda abolida la pena de muerte, incluso en tiempos de guerra.

Art 16.- Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.
Antes de cada verbo hay que añadir “no”. Es decir: “Los poderes públicos no tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y no mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.” La fe es privada, el Estado no debe intervenir para nada. Cada iglesia que se las apañe como pueda. Si es un estado aconfesional, ¿por qué hay días festivos como la inmaculada Concepción o la semana Santa? ¿Acaso se celebra el Ramadán? Y quzá haya más creyentes musulmanes que católicos (estar bautizado e ir a misa en las bodas de los familiare no es ser católico; digan lo que digan sa estadísticas, no son católicos el 90% de los españoles).

Art 27.- Se reconoce a las personas físicas y jurídicas la libertad de creación de centros docentes, dentro del respeto a los principios constitucionales.
Fuera educación privada. Si es un asunto estatal, que lo sea; y ahí no entra la religión. La Iglesia ha “educado” a los españoles durante demasiados años. O bien, si existen colegios de jesuitas, de dominicos, etc, ¿por qué no dar vía libre a las madrazas?

Art 30.- Los españoles tienen el derecho y el deber de defender a España.
Es anacrónico. El derecho sí, el deber no.
Podrá establecerse un servicio civil para el cumplimiento de fines de interés general.
Mejor, “se establecerá”. Si todos cumpliéramos 6 meses remuerados de trabajos comunitarios en zonas alejadas de nuestro hábitat, otro gallo cantaría en España.

Art 35.- Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo.
¿El deber? ¿Y la gente que no curra qué? ¿A la cárcel? Pobres amas de casa...
En discriminaciones, hoy habría que añadir: edad, tendencia sexual, nacionalidad, color de piel, religión, situación física....

Título II.- La Corona.
Suprimir. Todos los artículos donde aparezca su figura quedan invalidados. Su nombre deberá sustituirse por el del Presidente del Gobierno. Por ejemplo: “El referéndum será convocado por el Rey, mediante propuesta del Presidente del Gobierno” quedaría” El referéndum será convocado por el Presidente del Gobierno”

Art 66.- Las Cortes Generales representan al pueblo español y están formadas por el Congreso de los Diputados y el Senado.
El Senado es inútil; mejor eliminarlo.

Art 68.- El Congreso se compone de un mínimo de 300 y un máximo de 400 Diputados, elegidos por sufragio universal, libre, igual, directo y secreto, en los términos que establezca la ley.
Hay que fijar un número. Cuanto más alto, mayor representatividad. ¿Digamos 450?
La circunscripción electoral es la provincia. Las poblaciones de Ceuta y Melilla estarán representadas cada una de ellas por un Diputado. La ley distribuirá el número total de Diputados, asignando una representación mínima inicial a cada circunscripción y distribuyendo los demás en proporción a la población.
Este apartado tan aparenteente inofensivo es la causa de muchos problemas y desviaciones políticas y sociales en este país. Está demostrado que a mayor número de circunscripciones, y cuanto más pequeñas sean, menor representatividad. Lo óptimo sería una sola circunscripción (como en Holanda e Israel). Así todos los partidos estarían en igualdad de condiciones. Ahora los nacionalistas sacan poos votos y muchos escaños; IU al revés. Con una circunscripción, sería al contrario ¿cuántos problemas se eliminarían de no existir tanta presencia de nacionalistas en el parlamento, los medios...? Al no haber circunscripciones, no habría que dar diputados por provincia ya de primeras (otro factor de desviación)

Art 69.- El Senado.
Lo mismo que con la Corona. Eliminar todas sus referencias en el texto.

Art 137.- El Estado se organiza territorialmente en municipios, en provincias y en las Comunidades Autónomas que se constituyan.
Hay que suprimir las CCAA. Sólo han dado problemas. Se instauraron para contentar y acallar a los nacionalismos y sólo se han acrecentado. Son fuente de fricción y desigualdad entre los ciudadanos. Todos los artículos que se refieran a CCAA quedan invalidados. Los gobiernos autónomos sólo consiguen duplicar personal y presupuestos, amén de crear conflictos de competencia. España debe ser un Estado unitario, con absoluto respeto a las culturas y lenguas que en él hay. Los derechos forales son cosa del pasado, no serán reconocidos.

04 diciembre 2007

Una de cal...

El pasado domingo, Rusia y Venezuela acudieron a las urnas. Ambos países –y sus dirigentes–, como expuso Moises Naim en El País, tienen muchas similitudes:

Su presidencia ha estado marcada por sus conflictos con los partidos políticos tradicionales, los grupos económicos y los medios de comunicación. Todas estas batallas las ha ganado y hoy controla casi todos los centros de poder político, económico, militar y mediático de su país. (....) En el país del personaje se está llevando a cabo un importante evento electoral que, si bien no es para escoger un nuevo mandatario, es una elección que definirá el rumbo del país por muchos años. De resultar favorable al Gobierno, esta elección llevará a concentrar aún más poder en nuestro personaje. Tanto la oposición como la prensa internacional han acusado al Gobierno de usar los inmensos recursos públicos, así como el control que tiene sobre el árbitro electoral, para garantizar que el resultado sea el deseado por el presidente.


chavez


Todos los pronósticos auguraban una victoria a los detentadores del poder. El historial de Hugo Chávez, que no había perdido ninguna lección, y el historial de América Latina, donde los gobiernos autoritarios y el pucherazo son parte de su folclore, inclinaban la balanza hacia el sí. El referendum era un paso adelante hacia el estado socialista del siglo XXI para unos y un paso más hacia el estado autoritario del siglo XXi para otros. Lo cierto es que el paquete de medidas incluía algunas reformas inocuas y otras que podían poner en riesgo la democracia del país (si es que Venezuela aún goza de un sistema democrático). La tan mencionada reelección indefinida no es tan peligrosa como algunos pretenden. De hecho, en Europa no es usual la limitación del mandato presidencial, (recordemos que en España Felipe González gobernó durante 4 legislaturas). Más peliagudo es el tema del control de los medios de comunicación; pero eso Chávez puede hacerlo sin pasar por las urnas. En cuanto a las nuevas formas de propiedad – pública popular, junto a la actual privada– más de lo mismo: las expropiaciones se han realizado siempre sin necesidad del voto ciudadano.


Aún así, el rechazo al plan de Chávez es una buena noticia. Un militar golpista que abusa del micrófono y se siente libre de insultar al resto de dirigentes mundiales al tiempo que promete la revolución bolivariana como si fuera el paraíso terrenal no ofrece ninguna confianza. Lo que menos necesita Venezuela es un nuevo Yo, el Supremo. Quizá este sea el comienzo del fin de chavismo (aunque la alterativa quizá tampoco sea muy aconsejable). Habrá que verlo.



putin


Muy diferente es la situación en Rusia. Allí el resultad estaba claro. Putin ha arrasado. Rusia Unida, el partido gubernamental, ha obtenido el 63% de los votos. Eso no es mayoría absoluta, es pucherazo puro y duro (en 1982, el PSOE consiguió mayoría absoluta con el 48% de los votos, en 2000, Aznar con el 44%). Si alguien tenía dudas de la ilegalidad de estos comicios, sólo ha que fijarse en los datos de Chechenia, donde Putin –que, por decirlo suavemente, no despierta mucha simpatía– ha logrado el 99% de los votos. Si no fuera trágico, sería para partirse de risa.


Una “anécdota” de estas elecciones (no sé ni porqué las llamo así, pero bueno) es que Andréi Lugovói, acusado por Inglaterra de envenenar al Alexandr Litvinenko, ahora es diputado. Junto con el escaño, consigue la inmunidad parlamentaria.

Y hablamos de tramas maquiavélicas; este Vladimir supera al florentino.

Kapuscinski escribió en Imperio que Rusia era tan grande que era necesaria una mano de hierro para gobernarla. Tristemente, quizá tuviera razón.

01 diciembre 2007

Otro muerto

ETA ha vuelto a matar. Poco hay que decir. Los políticos pronuncian discursos de condena, los medios de comunicación abren con la noticia, habrá quienes se manifiesten en contra de la violencia y algún dirigente asistirá incomodo al entierro. Lo de siempre.

Se me ocurren dos reflexiones.

Una.

Este asesinato es la respuesta a las detenciones de ayer. Digan lo que digan el Partido Popular, Francisco Alcaraz y medios de comunicación afines, el gobierno no ha cedido ante ETA. Si así fuera, Raúl Centeno estaría vivo. Las fuerzas de seguridad no han bajado la guardia. Este es el primer atentado consumado desde el final de la tregua, pero no será porque no lo hayan intentado. Los dirigentes del Partido Popular lamentan hoy el atentado; mañana comenzarán los reproches al Gobierno.


Dos.

La manifestación es inútil. En las manifestaciones “nomales”, contra el gobierno, los ciudadanos piden al Ejecutivo una acción concreta, que haga o no haga algo, que suba los salarios o que no recorte los subsidios. Existe siempre la esperanza de que su voz sea atendida. El gobierno, al fin y al cabo, se debe a sus ciudadanos (pero si incluso de esa obligación se olvidase, siempre le será conveniente pensar en las próximas elecciones). ETA no se debe a nadie. Nuca escuchará la voz de los españoles (si acaso la de los vascos, y no mucho). Reconozcámoslo: nos manifestamos para sentirnos mejor con nosotros mismos, para reafirmaros en nuestro sentimiento democrático (aunque no todos los que se manifiestan lo tienen; ahí están Aznar, Fraga y Acebes para demostrarlo, manifestación de la AVT tras manifestación de la AVT), para diferenciarnos de “ellos”. No sirve de mucho más.