Es penosa la tarea de escribir una reseña negativa. De alguna forma, es una pérdida de tiempo. Volcar en el papel los pensamientos negativos –incluso agresivos– que vinieron a mi cabeza mientras leía un libro o asistía a un concierto. Ya perdí el tiempo –y el dinero– una vez; ¿por qué perderlo más?
No escribo reseñas negativas –me refiero destructivas, como las “bombas atómicas” a que se refería Lluis Bassets cuando el caso Ignacio Echeverría– por la sencilla razón de que no termino ningún libro que no me guste. Leo por placer, y dejo a mitad, –o a las 20 páginas– muchos más libros de los que termino. Precido me sucede con las películas y series de TV que veo en mi casa. Cuando estoy en una sala dde cine, la cosa cambia.
Creo recordar que sólo en 3 películas he sentido la irresistible tentación de abandonar la sala. Si no lo he hecho, ha sido por educación: en todas iba con amigos. Las películas en cuestión son Soñadores, del sexoadicto y siempre sobrevalorado Bertolucci, Shakespeare in love, escrita y dirigida por algún primate catatónico, y Cassandra's Dream, la última de Woody Allen, un tipo del que yo decía “La peor película de Woody Allen siempre será preferible a la mejor película de mucho estúpido metido a cineasta”. Ya no puedo decirlo.
No escribo reseñas negativas –me refiero destructivas, como las “bombas atómicas” a que se refería Lluis Bassets cuando el caso Ignacio Echeverría– por la sencilla razón de que no termino ningún libro que no me guste. Leo por placer, y dejo a mitad, –o a las 20 páginas– muchos más libros de los que termino. Precido me sucede con las películas y series de TV que veo en mi casa. Cuando estoy en una sala dde cine, la cosa cambia.
Creo recordar que sólo en 3 películas he sentido la irresistible tentación de abandonar la sala. Si no lo he hecho, ha sido por educación: en todas iba con amigos. Las películas en cuestión son Soñadores, del sexoadicto y siempre sobrevalorado Bertolucci, Shakespeare in love, escrita y dirigida por algún primate catatónico, y Cassandra's Dream, la última de Woody Allen, un tipo del que yo decía “La peor película de Woody Allen siempre será preferible a la mejor película de mucho estúpido metido a cineasta”. Ya no puedo decirlo.
En breve, que no quiero enfadarme –¿acaso no cabrea hablar mal de alguien a quien has apreciado y que tantas alegrías te ha dado durante años?. Es la peor película de Woody Allen. Así de simple.
El guión es aburrido; los actores increíbles (no el sentido más propio de la palabra); la fotografía es demasiado buena (¿se habrían pasado en la sala de montaje?); la música es... ni siquiera la recuerdo, (pero un rasgo característico del maestro era la elección de la música, y si aquí no destaca, malo); los diálogos parecen escritos por un imitador del tres al cuarto (parecido a lo que sucede en la última novela de García Márquez); y el doblaje ¡por dios! parece sacado de una película porno.
En fin, una pena.
El guión es aburrido; los actores increíbles (no el sentido más propio de la palabra); la fotografía es demasiado buena (¿se habrían pasado en la sala de montaje?); la música es... ni siquiera la recuerdo, (pero un rasgo característico del maestro era la elección de la música, y si aquí no destaca, malo); los diálogos parecen escritos por un imitador del tres al cuarto (parecido a lo que sucede en la última novela de García Márquez); y el doblaje ¡por dios! parece sacado de una película porno.
En fin, una pena.
2 comentarios:
Estoy contigo... esta peli era muy "". Creo que deberia dejar la tragedia y volver a su registro comico dramatico, en el que es el maestro...
vos ¿no contestás? se decí 'gracias' por el coment, por education.
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