06 noviembre 2007

Comparemos mitologías

CEUTA

El 21 de agosto de 1415, el Rey de Portugal Juan I conquista la ciudad para el Reino de Portugal. La ciudad es portuguesa hasta que los dos reinos ibéricos se unen bajo la corona Felipe II en 1580.

En 1640 Ceuta no sigue a Portugal en su secesión, prefiriendo mantenerse bajo la soberanía de Felipe IV. En 1668 un Tratado con Portugal reconoce la soberanía española sobre Ceuta.

En 1978 la Constitución Española reconoce Ceuta como territorio componente de la nación española, integrándola en el nuevo modelo de organización territorial, con la previsión de la posibilidad de constituirse en Comunidad Autónoma.

A mediados de los años 90 Ceuta obtiene un Estatuto de Ciudad Autónoma, que amplia el autogobierno local.


MELILLA

Los Reyes Católicos ocupan Melilla en 1497. En 1775 el sultán de Marruecos sitia la plaza, pero levanta el asedio tras el fracaso de sus ataques. La ciudad fortalece sus defensas a lo largo del tiempo y no permite la residencia de quienes no fueran súbditos españoles.

En 1978 la Constitución Española reconoce Ceuta como territorio componente de la nación española, integrándola en el nuevo modelo de organización territorial, con la previsión de la posibilidad de constituirse en Comunidad Autónoma.

A mediados de los años 90 Melilla obtiene un Estatuto de Ciudad Autónoma, que amplia el autogobierno local.

Marruecos sigue reclamando la ciudad, al igual que Ceuta y el resto de territorios norteafricanos de España, como parte integrante de su territorio. El Gobierno de España nunca ha mantenido ningún tipo de negociación al respecto ni ha expresado en ninguna ocasión tener intención de hacerlo. Ceuta y Melilla tampoco son considerados por Naciones Unidas como territorios pendientes de descolonización.



GIBRALTAR

Durante la Guerra de Sucesión española, Inglaterra y Holanda –aliados del pretendiente austriaco, el Archiduque Carlos– forman una flota conjunta contra Francia y Epaña. El 4 de agosto de 1704 logran la rendición de la guarnición de Gibraltar e izan la bandera del pretendiente en la fortaleza. Tropas franco-españolas tratan en vano de recuperar la localidad.

Nueve años más tarde, la conquista se formaliza mediante el Tratado de Utrecht, que pone fin a la guerra. Por este tratado, España cede a perpetuidad el peñón a Gran Bretaña sin jurisdicción alguna, estableciéndose una cláusula por la cual si el territorio deja de ser británico pasará a ser español.

En la actualidad el Gobierno español sigue reclamando la soberanía del Peñón; el Gobierno británico se opone. En 2002 los habitantes de gibraltar rechazaron por un margen de un 98,97% la cosoberanía hispano-británica.

El Gobierno español no reconoce el carácter de frontera internacional del límite actual marcado por la verja, algo que el Gobierno de Gibraltar afirma que va contra las leyes y espíritu europeo.


Coda:

Lo que la Historia ha unido, que no lo separen los políticos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues iba a hacer un comentario la mar de serio sobre este tema, lotenía escrito ya y todo, en serio... pero lohe borradoporque me parece absurdo seguir dándole vueltas a este tema... con lo que tú dices ya queda demostrada la falta de coherencia de nuestros gobiernos (en plural porque es algo repetido a lo largo del tiempo).

Habiendo renunciado pues a decir algo interesante, sólo apuntar que te has dejado de comentar la historia del islote de Perejil, bastión pátrio ante el invasor moro que bien merece ser defendido con toda la -proverbial- furia de la legión española.

P.S.: Y que mientras tanto el Sahara este como está...

Anónimo dijo...

El emperador romano Otón, en el 69 d. C., agrega la provincia de Mauritania Tingitana (lo que hoy es el norte de Marruecos) a la provincia Baetica. Con Diocleciano (284-305), el territorio de la península tiene, por primera vez, una consideración jurídica unitaria. Los romanos crean la diócesis de Hispania, que comprende varias provinciae, entre ellas la Mauritania Tingitana. Los territorios en que se encuentran Ceuta y Melilla están desde entonces jurídicamente ligados a Hispania como unidad.
Luego cae el Imperio Romano de Occidente; Bizanzio ocupa la Mauritania Tingitana; la monarquía hispano-visigoda lucha por recuperar la diócesis de Hispania; Ceuta y Melilla son ocupadas por los musulmanes con la ayuda del conde Don Julián, un traidor y por último las plazas de Tingitana son recuperadas.
Lo que tendríais que hacer muchos es iros a limpiarle el culo a Mohamed. Es el desarme moral de Occidente. Y sobre Gibraltar... lo dejo para otro rato.

Anónimo dijo...

Gibraltar fué conquistado a una nación soberana.
Cuando se fundaron Ceuta y Melilla Marruecos no existía.
Pensar que Ceuta y Melilla pertenecen a Marruecos es como pensar que Zaragoza pertenece a Italia (que igual hasta nos iba mejor)porque la fundó un gobernante suyo.