Los nazis mancillaron el alemán. Los islamistas han logrado que el árabe, el urdu, el persa, todos suenen a lo mismo: a atentados suicidas. ETA está consiguiendo que muchos asocien el euskera con las bombas y las pistolas. Aquellos que se erigen en defensores de un lugar, una religión o una idea terminan por destruir la lengua que hablan.
Por suerte siempre quedan artistas que nos recuerdan que la lengua no es propiedad de nadie, que un mismo idioma sirve para cantar o amenazar. La prueba más reciente es Etxea, el último disco de Kepa Junkera. Un puñado de cantantes no vascoparlantes interpretando canciones tradicionales en euskera. Una joya.
Por suerte siempre quedan artistas que nos recuerdan que la lengua no es propiedad de nadie, que un mismo idioma sirve para cantar o amenazar. La prueba más reciente es Etxea, el último disco de Kepa Junkera. Un puñado de cantantes no vascoparlantes interpretando canciones tradicionales en euskera. Una joya.
1 comentario:
¿Pero quién narices asocia el euskera con ETA? Quien lo haga desde luego tiene un problema...
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