Esto no es sólo un hombre fotografiando una fotografía. Es mucho más. Puede entenderse como un símbolo de la decadencia de la memoria y la imaginación. Quizá sea la señal defintiva de que la representación ha superado a la realidad. Lo que no se ve no existe, se decía en el pasado. Ahora -éste es un "ahora" bastante dilatado- es diferente: lo que no se representa, no existe.
Ha salido en televisión, ergo es cierto. Hay imágenes, ergo es cierto. En 20 años, empezaremos a dudar de la Historia. En 40 la habrán cambiado a su antojo. Nuestra memoria no servirá. Además, estará desengrasada.
Para ser real, la realidad debe ser transformada en representación. Y, si es posible, luego compartida.
Empezó con las grabaciones de las vacaciones y ha terminado con los milones de vídeos y fotgrafías que nadan en la red. Si no se graba, si no se muestra, cabe el peligro de olvidar. O de que no te crean. ¿Estuviste en el año 2001 en Nueva York? Claro, tengo fotos. ¿Son bonitas las instantáneas de Korda? Sí, mira ésta.
Ha salido en televisión, ergo es cierto. Hay imágenes, ergo es cierto. En 20 años, empezaremos a dudar de la Historia. En 40 la habrán cambiado a su antojo. Nuestra memoria no servirá. Además, estará desengrasada.
Para ser real, la realidad debe ser transformada en representación. Y, si es posible, luego compartida.
Empezó con las grabaciones de las vacaciones y ha terminado con los milones de vídeos y fotgrafías que nadan en la red. Si no se graba, si no se muestra, cabe el peligro de olvidar. O de que no te crean. ¿Estuviste en el año 2001 en Nueva York? Claro, tengo fotos. ¿Son bonitas las instantáneas de Korda? Sí, mira ésta.
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