20 abril 2009

Ladrones de comida

Somalia es un estado fallido. Un lugar donde no hay leyes, ni respeto por los derechos humanos, ni cohesión social; en cambio, hay crisis alimentaria aguda, violencia e inestabilidad.

Hace una década Somalia y sus niños famélicos abrían los informativos. Hoy son los piratas quienes acaparan titulares. Estados Unidos y Europa tienen buena parte de culpa. Pero las consecuencias no sólo las pagan sus barcos.

La Organización de Alimentos de la ONU tiene serios problemas para distribuir la ayuda entre los más necesitados. Sus barcos son atacados en el mar, su personal asesinado y los productos llegan cada vez menos a su destino.



Hasta ahora la Unión Europea y la OTAN ofrecían barcos escolta. Pero no hay tantos. El 90 por ciento de la ayuda se envía por mar, a través de puntos muy concretos. De allí se reparte a Kenia, Uganda, Sudán y la República Democrática del Congo. Si se bloquean los puertos, millones de personas pasarán (aún más) hambre.

Pero esto no interesa. Lo importante son los barcos de Estados Unidos.

1 comentario:

shazz dijo...

Como suele decirse "a perro flaco todo son pulgas". Porque para colmo de males del pueblo somalí (uno de los más empobrecidos del planeta, con un índice de mutilación genital femenina del 95% y donde la prostitución infantil es algo habitual, y si no que les pregunten a los simpáticos muchachos de la OTAN) ahora el Gobierno del país ha puesto en funcionamiento la Sharia (ley islámica).

Por cierto que ayer en Hoy por Hoy entrevistaron a uno de los tripulantes del "Playa de Bakio" que dijo que contra la piratería no se estaba avanzando nada por mucha fragata militar que hubiera en el mar, y que si se quería acabar con este problema tendrían que perseguir a los piratas por tierra.