16 marzo 2008

Derecho a vivir, derecho a morir

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Esta mujer tiene cáncer de cara y desea morir. El dolor es espantoso, hace tiempo que los medicamentos no surten efecto. Al estigma propio de quien tiene cáncer (el cáncer aún es tabú, mal que nos pese; si no lo fuera los políticos no morirían "tras una larga enfermeedad") se añade la deformidad de su rostro. No es difícil imaginar la cara que pondrá la gente al cruzarse con ella en la calle.

Chantal Sébire no está postrada en la cama, ella misma podría suicidarse. De un disparo, axfisiada por el gas, envenenada, de un salto por la ventana, a lo bonzo. Hay muchas maneras. Ella prefiere una digna.

Pide el derecho a la eutanasia. Quiere una inyección que la sumerja en un profundo sueño. Como en los cuentos, como morían las personas en la infancia. Quiere morir en paz, rodeada de aquellos que aún están con ella. Sin dolor. Con la conciencia tranquila.

El estado francés no se lo permite. Sería un aseinato, arguye. La Francia que intercambia delincuentes por silencio en Chad, la Francia que vende armas a Muamar Gadaffi, la Francia que calla ante los desmanes de Vladimir Putin; todas esas Francias –y alguna más que olvido– niegan una muerte digna a una mujer.

No nos engañemos. En España sucedería lo mismo. Sólo tenemos que recordar el caso del Severo Ochoa.

La vida se parece cada vez más a un contrato de telefonía móvil. Entrar es muy fácil, cambiar las condiciones una tarea de titanes y darse de baja una utopía.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

En efecto es penoso que aún a día de hoy no se permita a la gente disponer de su propia vida a voluntad.
En cualquier caso, no creo que sea muy difícil descubrir por internet qué medicamentos y en qué composición son necesarios para fabricar una inyección letal indolora casera. Después cualquiera puede poner una inyección... así que en el fondo, yo no lo veo tan complicado.

Anónimo dijo...

me gusta leerte!!

Carlos alter dijo...

Tiresia tu comentario es algo ingenuo.

Si se intenta suicidar con sus propios medios la situación podría empeorar demasiado, es un riesgo alto, si lo hace mal podría quedar viva y con las graves secuelas del intento de suicidio, secuelas que podrían dejarla en circunstancias peores que en la que esta. Por ejemplo aquí en México recientemente leí en el periódico el caso de un chico que intento suicidarse dándose un tiro en la cabeza, "lamentablemente" no lo hizo bien y ahora esta vivo pero con serios problemas mentales y de deformidad en la cara que lo dejaran sufriendo toda la vida.

Suicidarse con sus propias manos tiene un altísimo riesgo, es mejor que un medico lo haga para tener una muerte segura.

En este caso es de francea, eropea, podría hacer un viaje a suiza donde si se permite y hasta hay clínica especializada en el suicidio asistido, aunque el suicidio asistido debería ser permitido en cualquier nación.

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Es impresionante que siendo el cáncer mismo todavía "un tabú", busquemos implementar la eutanacia, no habiendo solucionados temas tan delicados como el preimero, que indiscutiblemente conllevan cierta relación con este último. Ahora bien, se debe pensar también en el derecho a la vida, o la vida misma como un ideal nada logrado..seamos honestos. Dejar morir a alguien puede o no ser una opción, no es mi punto:pero,cómo logramos establecer en la sociedad nociones más compasivas acerca del otro, como ser viviente, sintiente y pensante; donde haya compromiso; busquemos acompañar las penurias ajenas, porque no siempre podremos inyectar para olvidar todo. Es como hablar del aborto sin haber hablado antes de la educación sexual... Qué es la vida?? es la pregunta jamás hecha.