13 julio 2007

Loa de la duda

Cada mañana me levanto, enciendo el ordenador, abro la carpeta de favoritos donde guardo los periódicos y comienzo a dudar. El verbo es el correcto. Si uno se acerca a las novelas dispuesto a tomar por cierto todo lo que en ellas se cuenta, ante los medios de comunicación hay que ser cautelosos, tener la firme intención de dudar de todos aquellos titulares que pretenden pasar por la verdad suprema.

Muchas personas se informan únicamente a través de un periódico, una radio, un canal de televisión. Si combinan diferentes formatos, éstos suelen coincidir en la línea editorial. Quien lee El País no se despierta con la COPE; los lectores de La Razón no cenan con los informativos de Cuatro.


La inconsciencia proporciona tranquilidad, y consumir un sólo medio aporta mucha inconsciencia.


Es necesario, sin embargo, despertar a la realidad. Los medios de comunicación nunca son inocentes. Es un hecho. Ningún periódico, radio, cadena de televisión o página de Internet es objetiva. Esta situación no es negativa por sí misma. Pero debemos saber diferenciar.


Hay muchos casos donde la ideología, las conveniencias políticas, o el deseo de publicar una exclusiva antes que nadie han pervertido el bien funcionamiento de un medio de comunicación. No es lugar éste para citar las diferentes actitudes “poco periodísticas” de los medios españoles. Señalaré pues dos casos que atañen a medios anglosajones. En 2003 el New York Times descubrió que uno de sus reporteros había inventado más de 30 artículos y plagiado otros 70; con él también se fueron varios editores que no hicieron nada ante las repetidas sospechas de su falta de profesionalidad.


El segundo caso es más reciente. Un tribunal británico ha obligado a la BBC a pagar 74.000 euros por manipular el resultado de un concurso infantil. Los niños podían llamar a la cadena para conseguir un juguete, pero debido a problemas técnicos el sistema de llamada no funcionó y alguien se le ocurrió pedir a una niña que estaba de visita en los estudios; la niña ganó el concurso.


Si no podemos fiarnos de la BBC, ¿entonces de quién?


Hay quienes están de acuerdo en todo lo dicho y proclaman que la verdadera libertad informativa se encuentra en los blogs. Me temo que no es tan fácil. Muchos bloggers son periodistas que escriben notas en la versión digital de su periódico; otros tienen páginas propias, pero es harto difícil que escriban artículos contradiciendo lo que han firmado en el papel. Respecto a los bloggers “independientes”, lo son en un sentido económico, no ideológico. Todos consumimos información proveniente de otros medios, todos tenemos preferencias políticas. Al final los blogs están llenos de titulares muy parecidos a los que aparecen en las portadas de los diarios y en los informativos del mediodía.


Pero la cautela y la duda no deben conducir al pesimismo. Existe siempre una cierta dosis de partidismo y maniqueísmo, pero tiene un doble filo: cada uno defiende a su favorito y se dedica a investigar al contrario. Al final, quien gana es el ciudadano (aunque le cueste 2 horas diarias saber qué pasa en el mundo).

2 comentarios:

Ninived dijo...

Hola, esta muy interesante tu blog, me ha despertado la curiosidad por los demas diarios y canales de noticias ;)

y la frase de la semana me parecio muy practica....
Saludos!!

Petrusdom dijo...

Igual que existe el negocio del agua, de la gasolina, existe el de las noticias: todos buscan dividendos. Lo importante es que no desaparezca la capacidad de crítica y reflexión, y esto último es lo que algunos están empeñados en conseguir. Buen trabajo y saludos.