30 junio 2007

¿Herejía o cuestión de gustos?

Cada libro que no termino es un fracaso personal. Al menos, así me lo tomo.

Comienzo la novela (el género que mas frecuento) con ilusión y esperanza; si es una largamente esperada, la ilusión es mayor (pero también la incertidumbre: ¿colmará mis expectativas?); pero a las pocas páginas el interés decae, cualquier otra actividad es preferible a leer, y llego a preguntarme si se han acabado mis días de lector.


Llega un momento –cuando llevo entre ¼ y ½ del libro– en que cierro la novela, la guardo con rapidez en su sitio y cojo el libro que desde hace días pienso leer.


Esto es lo que me ha sucedido con El Quijote. Es la cuarta vez que lo intento, y creo que será la última (al menos por muchos años). Lo he intentado en la edición conmemorativa que preparó Francisco Rico; tenía en casa la típica edición vieja en dos tomos, y pensaba que no me hacía con él
a causa de la edición (me ocurre con muchos libros, hay editoriales que no puedo ni verlas). Pero no. La Gran Novela de Todos los Tiempos es aburrida. Así de sencillo.

Al principio pueden tener su gracia los desvaríos del protagonista, pero cuando a las 400 páginas se necesita algo más que discursos delirantes y aventuras ya repetidas para seguir leyendo y completar el millar de páginas de la novela.

Por lo visto Freud y Ben Gurion aprendieron español sólo para leer El Quijote en el idioma original. No lo entiendo (además, si “tradujesen” la novela al español actual sería mucho más sencillo leerla y tendría muchos más lectores: yo leo a Shakespeare en español y me gusta mucho; pero seguro que el norteamericano medio no es capaz de entender ni un parlamento).

Ante este “fracaso” puedo pensar: soy un inútil para los clásicos. O bien: algunos clásicos no merecen la pena ser leídos.

Lo cierto es que queda muy bien decir: He leído El Quijote, es muy divertido. Y uno
se crea una aureola de intelectual en ciertos ambientes si dice: He leído el Ulises, la verdad es que Joyce abrió muchos camino: si no lo leéis no entenderéis la literatura del siglo XX.

Pero creo que en demasiadas ocasiones se piensa al tiempo: He leído el Ulises y perdí dos meses de mi vida.


No lo sé. Tengo dudas. Hay clásicos que me encantan: La Odisea, Rabelais, La Regenta. Otros me resultan infumables: la Ilíada, La Celestina, Dostoievski.


Quizá todo sea cuestión de gustos.


Ahora estoy con Coetzee; y sus primeras 50 páginas me emocionan más que las 400 de Cervantes.

4 comentarios:

Jesús Galera Peral dijo...

No sé si decir "no me gusta 'El Quijote'" forma parte de una provocación (ahora mismo no me importa). Es evidente que no a todo el mundo puede o debe gustarle, pero también es evidente que fue un libro de exito ya en su época (dónde el marketing tenía poco que ver)y que su fama de gran obra no es infundada ni aleatoria. Quizás lo que hace que mucha gente deje el libro es su manera de leerlo. Mucha gente lo lee como si fuera una novela del s. XIX y principios del XX, comienza por el primer capitulo y pretende que su narración lo absorba y lo lleve en volandas hasta el último capítulo. El Quijote, desde mi punto de vista, es una novela para ser leída capítulo a capítulo, como un libro de cuentos, en dónde cada capítulo puede ser leído de manera independiente, incluso no llevando un orden y en dónde cada capítulo es una novela en sí mismo. Quizás, por esta razón no te gusto 'El Quijote'. Un saludo

Anónimo dijo...

Mira que te lo advertí, eh...

Anónimo dijo...

Claro que es cuestión de gustos... Además El Quijote no creo que trate de emocionar. Yo lo leí el verano pasado, en agosto, me fui a vivir a Berlín donde no conocía a nadie y decidí leerlo un mes que no tuve trabajo y pasaba muuucho tiempo solo. Es un libro muy largo y no tiene un ritmo constante, por eso a veces resulta aburrido. Además está el español antiguo (aunque nuestra lengua apenas ha evolucionado en 400 años en comparación con el inglés; lo digo por lo que dices de Shakespeare). A ratos es aburrido, es cierto, sobre todo las "novelitas" que incluye sin ton ni son, pero yo con la primera parte, hubo capítulos en que te juro que me descojonaba solo en mi piso de Berlín, algo que no ha conseguido ningún autor actual. La segunda parte es otro libro muy diferente, me encantó porque es un juego de espejos... A lo mejor no has llegado y no has podido disfrutarla, pero Cervantes se adelantó 400 años a la moda "seudo-filosófica" de mezclar ficción y realidad haciendo que se confundan: personas reales se convierten en personajes de la novela y estos pasan al mundo real. Es una maravilla. Pero hay que encontrar el momento adecuado para leerlo, eso también es importante.

El Vizconde Valmont dijo...

Completamente de acuerdo. Yo también me he leído clásicos que me han gustado, pero hay que saber reconocer cuando un libro no te llega. No es culpa de unos ni de otros. Con respecto al "Ulises", creo que parte de su valor se debe a que es una novela que de repente empezó a usar un léxico moderno que no era el acostumbrado y a su "sonoridad". Llerlo en español y decir que se ha disfrutado, me parece una pose. Yo soy de los que lo leyeron y lo considero "tiempo perdido".
No me parece que en su post esté provocando, no falta el respeto, pero dice cosas que la gente no se atreve a reconocer.