1.-
El Partido Popular nunca ha negociado con ETA. El Partido Popular nunca definido a la banda como Movimiento Vasco de Liberación. El Partido Popular nunca ha acercado presos etarras al País Vasco. El líder del Partido Popular jamás dijo, “Estoy dispuesto a ser generoso si es necesario, a ser comprensivo, si eso ayuda al final del terrorismo, es lo que tiene que entender todo el mundo, no es un camino sencillo”. Son todo calumnias de la izquierda. Veneno que el PSOE -amigo a escondidas de los terroristas- quiere pasar por bueno para deslegitimar la tenaz oposición que el Partido Popular ha mantenido contra ETA, sin ceder un ápice.
¿O no era así?
2.-
No, no es así, pero quieren hacernos creer que lo contrario. El Partido Popular negoció con ETA, cercó presos, les llamó como querían ser llamados y prometió el oro y el moro. Todo para acabar con las violencia. E hizo bien. Hizo lo que debía hacer. Estaba obligado.
Al igual que lo estuvo Zapatero en su día. O Patxi López o Juan José Ibarretxe. Vieron una oportunidad y la aprovecharon. Se sentaron a hablar con Arnaldo Otegi, un hombre ilegalizado por entonces pero que, poco antes, era representante de un sector de la población vasca. Se sentaron a hablar.
Pero hay quienes no quieren acabar de veras con ETA. Es duro, pero cierto. Supongo que su condición de víctimas del terrorismo -o familiares de víctimas- les da un aura especial: son atendidos, escuchados, compadecidos; antes tenían, como todos, voto: ahora tienen voz.
Si quisieran terminar con ETA darían vía libre al gobierno, “Señores, hagan lo que estimen, pero caben con esto”. En cambio, lo que hacen es vigilar sus palabras, fiscalizar sus acciones y, como un delator cualquiera, denunciar a sus representantes a la mínima ocasión. Por supuesto, con el apoyo del hipócrita Partido Popular. Ayer negoció, hoy apoya un juicio contra los negociadores.
3.-
La noticia no es, como muchos medios dicen, que 2 candidatos a Lehendakari se sienten en el banquillo. La noticia es que se juzga un intento dialogado de conseguir la paz.
La situación es delirante. Una señal inequívoca es que, por una vez, comparto en general las palabras de Arnaldo Otegi y de Gara. Muy mal debe estar el asunto para que así sea.
4.-
Zapatero dijo hace unas semanas que ETA no tendría una cuarta oportunidad. Normal. Si juzgan a quien intenta el diálogo, pocos se atreverán a impulsarlo.
Antes de dictar sentencia, ya hay un ganador y un perdedor. Gana ETA y quienes apoyan la violencia, pierden los partidarios de un final dialogado. Y pierde, por supuesto, el próximo asesinado.
El Partido Popular nunca ha negociado con ETA. El Partido Popular nunca definido a la banda como Movimiento Vasco de Liberación. El Partido Popular nunca ha acercado presos etarras al País Vasco. El líder del Partido Popular jamás dijo, “Estoy dispuesto a ser generoso si es necesario, a ser comprensivo, si eso ayuda al final del terrorismo, es lo que tiene que entender todo el mundo, no es un camino sencillo”. Son todo calumnias de la izquierda. Veneno que el PSOE -amigo a escondidas de los terroristas- quiere pasar por bueno para deslegitimar la tenaz oposición que el Partido Popular ha mantenido contra ETA, sin ceder un ápice.
¿O no era así?
2.-
No, no es así, pero quieren hacernos creer que lo contrario. El Partido Popular negoció con ETA, cercó presos, les llamó como querían ser llamados y prometió el oro y el moro. Todo para acabar con las violencia. E hizo bien. Hizo lo que debía hacer. Estaba obligado.
Al igual que lo estuvo Zapatero en su día. O Patxi López o Juan José Ibarretxe. Vieron una oportunidad y la aprovecharon. Se sentaron a hablar con Arnaldo Otegi, un hombre ilegalizado por entonces pero que, poco antes, era representante de un sector de la población vasca. Se sentaron a hablar.
Pero hay quienes no quieren acabar de veras con ETA. Es duro, pero cierto. Supongo que su condición de víctimas del terrorismo -o familiares de víctimas- les da un aura especial: son atendidos, escuchados, compadecidos; antes tenían, como todos, voto: ahora tienen voz.
Si quisieran terminar con ETA darían vía libre al gobierno, “Señores, hagan lo que estimen, pero caben con esto”. En cambio, lo que hacen es vigilar sus palabras, fiscalizar sus acciones y, como un delator cualquiera, denunciar a sus representantes a la mínima ocasión. Por supuesto, con el apoyo del hipócrita Partido Popular. Ayer negoció, hoy apoya un juicio contra los negociadores.
3.-
La noticia no es, como muchos medios dicen, que 2 candidatos a Lehendakari se sienten en el banquillo. La noticia es que se juzga un intento dialogado de conseguir la paz.
La situación es delirante. Una señal inequívoca es que, por una vez, comparto en general las palabras de Arnaldo Otegi y de Gara. Muy mal debe estar el asunto para que así sea.
“Estaremos sentados los que aprobaron la Ley de Partidos, quienes dicen estar en contra pero se aprovechan de ella y los que la han sufrido desde el principio. (...) Se juzga el diálogo y la negociación política. (...) Es delito buscar soluciones y no culpables. Arnaldo Otegi, ayer.
“Lo que a partir de hoy se sienta en el banquillo de los acusados es el diálogo como herramienta legítima para perseguir la paz. (...) Desde el punto de vista de la sociedad vasca, lo más frustrante de este juicio es que dos de los tres partidos juzgados no reivindicarán en el mismo la necesidad de volver a cometer este delito hasta lograr el acuerdo que decían buscar entonces.” Gara, hoy.
4.-
Zapatero dijo hace unas semanas que ETA no tendría una cuarta oportunidad. Normal. Si juzgan a quien intenta el diálogo, pocos se atreverán a impulsarlo.
Antes de dictar sentencia, ya hay un ganador y un perdedor. Gana ETA y quienes apoyan la violencia, pierden los partidarios de un final dialogado. Y pierde, por supuesto, el próximo asesinado.
1 comentario:
Cuanta razón hay en este post; bien escrito, bien razonado,... Sabes la sensación que se siente cuando piensas algo pero no sabes como expresarlo o contarlo y va un personajillo y lo escribe tal cual tu lo querías decir, pues eso.
Enhorabuena.
Ya me he desvirgado en esto de los comentarios,¿qué será lo siguiente?
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