27 enero 2009

Ilustre rockero

Elliott Murphy ha actuado más veces en Zaragoza que en Los Ángeles. Lo dijo anoche, durante su concierto en el Teatro del Mercado. Una frase que sintetiza la trayectoria de este rockero ilustre. Nació hace 60 años en Nueva York, su música se mueve en una zona intermedia entre Bob Dylan, Bruce Springsteen y Lou Reed, ha grabado una treintena de discos, ha escrito 5 libros... Y no lo conoce ni dios.

Viene cada año por España, pero no actúa en el Nou Camp, sin en teatros pequeños y salas de concierto alternativas. Cuando el Boss actúa en París, sube al escenario a tocar un par de temas con él; pero desde hacía más de una década no cantaba en Estados Unidos. Elliott Murphy es un secreto. Una joya escondida.

Ayer, una vez más, se enfrentó al público con la única ayuda de su compañero Olivier Durand. 2 guitarras perfectamente coordinadas que en ocasiones logran reproducir el sonido de una E Street Band. Tampoco hay nadie tras las bambalinas. Olivier coloca el papel con la lista de canciones, Elliott Murphy trae su propia botella de agua y ellos afinan las guitarras y colocan los micrófonos y altavoces. Hace dos años, Durand rompió una cuerda de su guitarra; mientras él mismo la arreglaba, Elliott Murphy cantó Like a Rolling Stone. Y no se le cayeron los anillos.

Pero para ser un buen músico no es suficiente con ser humilde. También hay que saber escribir canciones e interpretarlas con sentimiento y credibilidad. Por supuesto, el señor Murphy lo hace.



Después de dar una lección de rock durante 2 horas, los poco más de 200 asistentes se resistían a dejarles ir. En lugar de terminar con una canción cañera, como es lo habitual, se sentaron en los altavoces, desenchufaron los micrófonos y, con las luces medio encendidas, interpretaron una balada en acústico.

Un par de valientes.

1 comentario:

Néstor Tazueco dijo...

raul tio mandame tu nueva direccion de mail porque te he mandado uno y me lo ha devuelto, ya no es la que usabas antes?
Nestor.