22 enero 2009

32 horas menos

Ya lo decían los clásicos, "Mens sana in corpore sano" (aunque su significado original no sea a que solemos utilizar). No hay nada mejor que una extraccción de la muela del juicio para abotargar la mente un par de días.

Ayer pasé una hora infernal en el dentista. Anestesiado, no sentí mucho dolor y pude conversar y bromear con el tipo que me iba a cobrar 200 euros por practicarme una "intervención".

Desde que abandoné la consulta, dejé de ser yo. Era un cuerpo dolorido, apático. Estas últimas 32 horas he dormido demasiado, he visto demasiadas series. Hasta hace poco no tenía fuerzas para leer ni escribir. Tampoco para hablar por teléfono.

He perdido algo más de un día de vida. Enough is enough.

Esta tarde he leído 80 páginas de este libro. Durante una hora he olvidado la muela que ya no tengo, los puntos, el mal sabor de boca y los problemas al tragar, hablar, comer o fumar. Para que luego hablen de las virtudes de los libros de evasión (tema para otro post).

Temino con otro clásico. "Nunca conocí ningún sufrimiento que una hora de lectura no aliviara". Charles Louis de Secondat, Barón de Montesquieu.

Aquí una foto de mi boca, por si a alguien le interesa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Joder Raul, últimamente tu blog me pone mal cuerpo... entre la foto del fósforo blanco y la de tu boca... jejeje... ¡disfruta de la anestesia!

Pd. Creo poder decir que yo sí he conocido un sufrimiento que ni la lectura alivia, ya sabes la mala racha que llevo...