13 febrero 2008

Espirales de rencor

1.-

Julien Sorel es el protagonista de Rojo y negro, un joven pobre y provinciano con ambición desmedida y grosero desprecio por los demás. En un momento dado, recibe un pequeño rapapolvo de boca de una mujer rica. Su reacción es una fría mirada de odio, de las que se suele decir, “Si las miradas matasen...”. El comentario de Stendhal es el siguiente: “Momentos de humillación tales son los que dieron origen a los Robespierres”.

Esta sentencia podría la síntesis de Verdes valles, colinas rojas. El novelón de Ramiro Pinilla puede leerse de varias maneras diferentes: como un ataque al nacionalismo vasco, como una historia de Euskadi narrada al modo de Faulkner, como un nuevo Cien años de soledad localizado en Getxo o como la compleja historia de un rencor.

ramiro pinilla

Quizá esta última visión sea la más objetiva. Cualquiera de las otras me parece una manipulación de la historia para fines articulares. Hay muchas reseñas que han usado estas perspectivas, pero me temo que al cabo son sólo simplificaciones de la historia (es más sencillo decir “Pinilla es el García Márquez del País Vasco” que explicar toda la trama de la novela) o tergiversaciones para atacar o defender al nacionalismo vasco (el propio Iñaki Anasagasti ha criticado al autor).


Debo admitir que yo también he caído en esta tentación y en esta trampa. Resulta muy tentador pensar de una forma no autónoma, siguiendo lo leído en diferentes suplementos literarios; resulta muy tentador leer la novela únicamente desde este punto de vista, pues facilita mucho la lectura de esta compleja obra. Pero es una trampa que al cabo sólo atrapa al lector en un pensamiento encorsetado; es una trampa porque caemos en la temida interpretación de la que hablaba Susan Sontag y al hacerlo limitamos el valor de la obra literaria:

En la mayoría de los ejemplos modernos, la interpretación supone una hipócrita negativa a dejar sola la obra de arte. El verdadero arte tiene el poder de ponernos nerviosos. Al reducir la obra de arte a su contenido para luego interpretar aquello, domesticamos la obra de arte. La interpretación hace manejable y maleable al arte.

La obra de Kafka, por ejemplo, ha estado sujeta a secuestros en serie por no menos de tres ejércitos de intérpretes. Quienes leen a Kafka como alegoría social ven en él ejemplos clínicos de las frustraciones y la insensatez de la burocracia moderna, y su expresión definitiva en el estado totalitario. Quienes leen a Kafka como alegoría psicoanalítica ven en él desesperadas revelaciones del temor de Kafka a su padre, sus angustias de castración, su sensación de impotencia, su dependencia de los sueños. Quienes leen a Kafka como alegoría religiosa explican que K. intenta, en “El castillo”, ganarse el acceso al cielo; que José K., en “El proceso”, es juzgado por la inexorable y misteriosa justicia de Dios...


2.-


Otra cita: “El miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento”. Eestas sabias palabras pueden servir para analizar las acciones de algunos de los principales personajes.

Arrigunaga

  • Ella es el motor de la novela. Su aparición en Getxo desencadenará, a ojos de muchos habitantes, todas las desgracias que acaecen. Llega con una mano delante y otra detrás y muere siendo la mujer más rica de Euskadi. Al final de la novela sabremos su verdadero origen, aunque no su nombre. Antes de Getxo era una esclava llena de miedo; a lo largo de la novela se hará con el dinero, propiedades y aun las vidas de muchos de sus conciudadanos. Su objetivo, dominar por el puro pacer de dominar.

  • Cristina Oiaindia es la mujer de uno de los hombres más ricos de Getxo. Nacionalista a ultranza, verá cómo los “hombres del hierro” ganan a los “hombres de la madera”, cómo el progreso puede acabar con el mundo que ella conoce. Este miedo, añadido al provocado por Ella, le lleva a instaurar una cuasi dictadura en su propia casa.

  • Kresa es el último de la estirpe, el que cierra un ciclo de rencores y maquinaciones por debajo de la mesa y abre otro de violencia pura. El primer etarra. Descendiente de Cristina Oiaindia, es violado repetidamente por los curas, ve cómo la policía fascista viola a su madre y a su abuela, acosa su vivienda y maltrata a su abuelo. En lugar de hacer pintadas en una pared, decide tomar la pistola.

Ella intentará dominar Getxo para huir de su pasado, para remediar la pobreza y brutalidad de la que partió; Kresa se inmolará para luchar contra un sistema que no ha respetado la dignidad de su familia. Entre ellos, más de 200 personajes absolutamente creíbles. Ramiro Pinilla no ha escrito una novela coral como puede ser Vida y destino; ha escrito la biografía de decenas de personajes unidos por el medo, el rencor y el odio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Oye, que no tengo tu mail...mira ésto ;)

http://www.documentalesdivx.com/

no se si era lo que buscabas.