15 febrero 2008

Hablando del rey de Roma

“Hasta ahora, hermanos míos, hemos laborado por nuestra religión con la cruz y el breviario, pero ha llegado el momento del revólver y el fusil”. Esta orden, escrita en una hoja episcopal por el Arzobispo de Sarajevo durante la Segunda Guerra Mundial, es la idea en torno a la que gira La Puta de Babilonia. Fernando Vallejo (Medellín, 1942) muestra cómo se ha mantenido la Iglesia Católica durante 1700 años. Para el autor, la clave es “estar siempre con el vencedor”.

Fernando Vallejo

El título no es provocador, así llamaban a la Iglesia los albigenses y así la llama Vallejo a lo largo del ensayo: la Puta. Buena parte del libro está dedicado a detallar las atrocidades que la Iglesia Católica perpetró para acabar con todo indicio de herejía en su seno (cruzadas, quema de brujas y científicos, autos de fe). Fernando Vallejo critica ferozmente el comportamiento indigno y delictivo de muchos papas, la tradicional misoginia de la Iglesia, el maltrato a los animales, los abusos sexuales, el origen de la Biblia o la historicidad de Jesús.

Sus dardos no está dirigidos exclusivamente a Roma. Sobre el Islamismo escribe apenas 50 páginas, pero califica a Mahoma de “taimado, lujurioso, sanguinario, un bellaco de calibre mayor infinitamente más dañino que veinte Cristos”.

Vallejo utiliza una exhaustiva documentación y un furibundo sentido del humor, dos herramientas que combinadas dan a este libro una frescura de la que pocos ensayos gozan y una legitimidad de la que carecen muchos panfletos anticlericales.

(Reseña escrita en diciembre para el suplemento Artes y Letras)

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