1.- Más de 70 países se han reunido en un idílico lugar llamado Sharm el Sheij, en Egipto, para discutir cuánto dinero donan para la reconstrucción de Gaza. La cumbre se celebra en un amplio centro de conferencias donde los representantes, sus asistentes, los subdelegados, sus asistentes, los traductores y el personal de protocolo (entre otros) pueden pronunciar sus discursos con comodidad.
Fuera del edificio, "tras la puesta del sol, los visitantes pueden optar entre visitar los comercios, abiertos hasta bastante tarde y con una surtida gama de los habituales recuerdos de viaje, o acudir a las terrazas de los cafés que se suceden a lo largo de la calle principal, paralela a la playa". También pueden "dorarse al sol, nadar en sus aguas extraordinariamente claras o alquilar tablas de windsurf"
Supongo que escuchar a decenas de colegas pronunciar las mismas frases una y otra vez cansa. Cuando es tu turno, quieres ser distinto: pero no. La única diferencia es el idioma.
Al salir de la reunión, hartos de tanta palabra hueca, lo mejor es tumbarse al sol.
2.- La cosa funciona así: Israel invade Gaza, destroza sus infraestructuras, asesina a 1400 personas, hiere o mutila a unas 5000; la comunidad internacional protesta con la boca pequeña; Israel se retira; la comunidad internacional se da cuenta de que la zona ha quedado devastada, piensan, "habrá que hacer algo"; y deciden reunirse en un balneario egipcio.
3.- Entre todos los asistentes han reunido 3500 millones de euros. Son muchos euros. Y, aún así, no serán suficientes.
4.- España donará 190 millones de euros a la causa. Pero no todo el dinero llegará a quien lo necesita. La mitad serán para la Autoridad Nacional Palestina, en concreto para pagar a sus funcionarios. Una decisión arriesgada: muchos palestinos dejaron de confiar en ellos porque en su seno había demasiada corrupción
5.- Hamás, el partido elegido por los ciudadanos en 2006 y que hoy gobierna la Franja de Gaza, no ha sido invitado a la conferencia. Para muchos países, con Estados Unidos a la cabeza, no es un partido, sino una organización terrorista. Por tanto ni un sólo dólar pasará por sus manos.
6.- La cosa, de nuevo, funciona así: España - y otros venden armas a Israel; Israel invade y revienta Gaza con esas mismas armas; España y otros se ofrecen a reconstruir Gaza; empresas españolas -y de otros países- se hacen con los contratos. España - y otros, ganan dinero con la destrucción de Gaza y con su reconstrucción. El negocio perfecto.
Fuera del edificio, "tras la puesta del sol, los visitantes pueden optar entre visitar los comercios, abiertos hasta bastante tarde y con una surtida gama de los habituales recuerdos de viaje, o acudir a las terrazas de los cafés que se suceden a lo largo de la calle principal, paralela a la playa". También pueden "dorarse al sol, nadar en sus aguas extraordinariamente claras o alquilar tablas de windsurf"
Supongo que escuchar a decenas de colegas pronunciar las mismas frases una y otra vez cansa. Cuando es tu turno, quieres ser distinto: pero no. La única diferencia es el idioma.
Al salir de la reunión, hartos de tanta palabra hueca, lo mejor es tumbarse al sol.
2.- La cosa funciona así: Israel invade Gaza, destroza sus infraestructuras, asesina a 1400 personas, hiere o mutila a unas 5000; la comunidad internacional protesta con la boca pequeña; Israel se retira; la comunidad internacional se da cuenta de que la zona ha quedado devastada, piensan, "habrá que hacer algo"; y deciden reunirse en un balneario egipcio.
3.- Entre todos los asistentes han reunido 3500 millones de euros. Son muchos euros. Y, aún así, no serán suficientes.
4.- España donará 190 millones de euros a la causa. Pero no todo el dinero llegará a quien lo necesita. La mitad serán para la Autoridad Nacional Palestina, en concreto para pagar a sus funcionarios. Una decisión arriesgada: muchos palestinos dejaron de confiar en ellos porque en su seno había demasiada corrupción
5.- Hamás, el partido elegido por los ciudadanos en 2006 y que hoy gobierna la Franja de Gaza, no ha sido invitado a la conferencia. Para muchos países, con Estados Unidos a la cabeza, no es un partido, sino una organización terrorista. Por tanto ni un sólo dólar pasará por sus manos.
6.- La cosa, de nuevo, funciona así: España - y otros venden armas a Israel; Israel invade y revienta Gaza con esas mismas armas; España y otros se ofrecen a reconstruir Gaza; empresas españolas -y de otros países- se hacen con los contratos. España - y otros, ganan dinero con la destrucción de Gaza y con su reconstrucción. El negocio perfecto.
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