12 marzo 2009

El León ruge de nuevo

Todos los medios hablan del último disco de U2. Hay elogios, críticas, entrevistas, reportajes, datos de ventas, anuncios de gira... Todo por una banda que ha perpetrado su peor disco en años.

Mientras, otro irlandés, Van Morrison, ha grabado su cuarto disco en directo. Una diamante en bruto. Pero casi nadie le hace caso. Hasta hoy.

Leo con alegría en Elpais.com una entrevista con el León de Belfast en la que se despacha a gusto, como viene siendo habitual, con la industria musical. Al final, compruebo el origen: Village Voice. Claro, no podía ser de otra forma. ¿Qué haría el diario El País sin sus traductores? Por cierto, nadie sabe quién ha traducido esta entrevista...

En cualquier caso, aquí está. Esto es un músico, un artista. Y lo demás son zarandajas, tonterías y mentiras para vender más.

Astral weeks está considerado como uno de los mejores discos de la historia del pop. Un monumento a los arreglos grandes y las historias pequeñas, se grabó en régimen de comuna jazzística durante dos días de 1968, bajo la dirección y con las composiciones, extensas, inagotables, de Van Morrison (Belfast, 1945).

El músico irlandés nunca tocó aquel material en directo. Hasta noviembre pasado, cuando interpretó (y registró) en dos conciertos en Los Ángeles las ocho canciones en el mismo orden en que se publicaron. Estos meses, 41 años después, Morrison viaja con aquel material por el mundo (el 18 y 19 de abril, en Londres).

Pregunta. ¿Por qué ha elegido este momento para salir de gira?
Respuesta. Hay muchas razones. No he tocado con ninguno de aquellos músicos desde entonces. En esa época nadie me daba dinero para hacerlo. El público llevaba décadas pidiéndolo. Y a mí en realidad me basta con eso.
P. ¿Qué recuerda de las sesiones de grabación?
R. No hubo muchas tomas. Se grabó como un disco de jazz, que es como a mí me gusta hacerlo. Lo más importante era la espontaneidad de lo que estaba sucediendo.
P. Sé que todavía hoy le gusta grabar así, sin sobreproducirlas.
R. Provengo del jazz. Eso es todo.



P. A lo largo de su carrera ha ido consiguiendo control sobre lo que hace. Con esta grabación inaugura un nuevo sello discográfico, Listen to the Lion.
R. Acabo de abandonar Universal porque no hacían más que aprovecharse de mí. EMI distribuirá mi sello.
P. ¿La forma en que escribe ha cambiado en estos 40 años?
R. Es como lo que Jung decía sobre el proceso creativo, que es hacer que lo inconsciente se vuelva consciente. Astral Weeks venía del subconsciente. Mis últimas canciones proceden más bien de la reflexión. Sobre ellas hay más revisión.
P. ¿Sigue siendo una guerra tratar con los ejecutivos de los sellos, como insinúa en algunas de sus canciones, por ejemplo, Showbusiness y Drumshanbo Hustle?
R. Los negocios sólo son negocios y, a fin de cuentas, son despiadados. Esas personas no son amigos míos. No las conozco. No es como en los viejos tiempos, cuando había productores y sellos discográficos de verdad; gente que realmente sabía algo de música. El principio del fin fue cuando muchos de esos tipos vendieron sus sellos. Probablemente hayamos dejado atrás el final de la historia de la verdadera industria discográfica...
P. Que está paralizada por el pánico...
R. Dicen que la industria está acabada, pero yo he vendido más de dos millones de copias el año pasado. Es como si pensasen con el culo. Hay mucha hipocresía. Yo no voy a meterme en el negocio de las descargas porque no soy un artista de descargas. Puede que algunos lo sean y, ya sabe, es el futuro; pero yo prefiero algo que pueda sostener.



P. Al parecer, en el reproductor de iTunes, su música se clasifica como algo distinto cada vez. Como pop, como rock, como músicas del mundo...
R. Yo la definiría como soul.
P. Pero luego es capaz de hacer un disco de jazz o de skiffle o de country...
R. A ver, si fuera un río tendría afluentes. Todo tipo de afluentes. Pero todo está conectado con mi origen.
P. Hay una especie de cliché entre los artistas, que siempre están intentando escapar de su pasado o de reinventarse. Pero usted vuelve a él constantemente.
R. Es de donde saqué la palabra. Y tuve la suerte de conocer a gente como John Lee Hooker, que fue muy buen amigo mío durante años, y conectar con lo que quiera que eso sea, no sé, algún tipo de energía.



P. ¿Tiene pensado sacar algo de su material inédito?
R. Depende, porque la situación con las discográficas se está convirtiendo en algo así como darse cabezazos contra una pared. No tienen ni idea de adónde se dirigen. Coges un periódico y siempre están con lo mismo. Sólo transmiten pesimismo. Así que, ¿por qué diablos ibas a querer firmar con alguien que te dice que el fin del mundo está a la vuelta de la esquina? La gente como yo debería andarse con cuidado.



P. ¿Se mantiene informado sobre pop actual?
R. Nunca me ha interesado realmente la música pop. Me aburría y me sigue aburriendo.
P. Teniendo en cuenta todo eso de que el final está cerca... ¿Le parece irónico haber sacado el disco que ha llegado más alto en las listas en toda su carrera precisamente ahora?
R. Sí, pero ellos ni siquiera se dieron cuenta. Pasaron de él. No hubo nada, ni promoción, ni seguimiento.
P. Pero aun así, se le ve muy entusiasmado.
R. La mitología fue inventada, supongo, por gente como Bill Graham, él es uno de ellos. Él inventó el gran espectáculo del rock. Ésa fue probablemente la última mitología, aunque quizá ha habido más desde entonces. Y antes de eso estaba el mito de The Beatles. Y antes de eso, no sé, el mito de Elvis Presley. Siempre ha habido mitologías, y la gente siempre ha encontrado la manera de aprovecharse de ello. Supongo que es esto de los grandes espectáculos de rock y de abarrotarlos de gente, que está basado principalmente en la codicia pura y dura.
P. Pero sigue motivándole...
R. Lo único que me encanta es la música. El resto es pura mierda. El tipo de mierda que la fama atrae es muy oscura. Es muy oscura. Me gusta la música, eso es todo.

1 comentario:

Unknown dijo...

A ver (o como escriben algunos, haber), el disco de u2 es de lo mejor en muchos años. Por fin guitarras originales, y ambientes interesante cortesia del genio Eno.
En fin, de Van MOrrison, lo leere con mas calma en otro momento.