Es muy posible que a la antorcha olímpica le queden un par de días de recorrido. El Comité Olímpico Internacional se reúne el viernes en Pekín para estudiar la posibilidad de suspender la gira, después de los "incidentes" registrados en Londres, París y San Francisco. Antes de que eso ocurra, varias reflexiones.
Uno
La antorcha es un símbolo, nada más. Un objeto sobre el que se mantiene una llama supuestamente histórica. Aquellos que persiguen a la antorcha pretender criticar al gobierno chino; pero no es lo mismo. Para atacar a la iglesia no basta con poner un crucifijo del revés. Si quieren hacer daño a Pekín, podrían enviar miles de correos a sus gobiernos, a sus comités olímpicos, a los deportistas que van a representar a ese país, a los patrocinadores de los atletas... Podrían explicar cuál es la situación en China y por qué piensan que es mejor boicotear los juegos (yo, la verdad, no lo tengo muy claro; hay días que pienso que hay que sabotearlos y días que no). Eso quizá sería de alguna utilidad. Amnistía Interacional lleva años usando este método, y algo ha conseguido...
Dos
Los medios estamos magnificando la situación. Si informamos de "incidentes" en la antorcha en Londres, miles de franceses piensan, "Espera a que llegue aquí; ¡nosotros seremos más!". Si decimos que los ingleses han intentado apagar la antorcha, ellos se dicen, "¡Juas!, nosotros la apagamos, fijo". Obviamente hay que informar de lo que sucede, pero con cabeza. El problema es que "las imágenes son muy buenas". Y claro, todos los medios (sin excepción) sacamos las fotografías o las imágenes de las protestas. Así que, una vez más, no informamos de la realidad, creamos la realidad.
Tres
Me parece realmente curioso que el mundo, por así decirlo, se eche a la calle para defender a unos monjes que viven en una región desconocida a miles de kilómetros de sus casas. Será porque son budistas. Es decir, con un punto de exotismo. Queda bien defender a un monje budista. No tanto a un sacerdote católico. Defender a un imán no es nada "cool". Pero, señores, las religiones son las religiones. No me importa el color de sus túnicas. El Dalai Lama pasa por ser un "anciano entrañable"; pero hay que recordar que está en su puesto porque es, dicen, la reencarnación de Buda. Al menos Ratzinger se lo trabajado.
Cuatro (o Tres bis)
Quizá esta defensa ardorosa del Tíbet (nunca sé si es "de Tíbet o "del Tíbet") surja a raíz de la represión china del mes pasado. Podría ser. Eso demostraría una vez más que la gente no tiene memoria. Por una parte, el Tíbet está ocupado desde 1950; ha habido tiempo para protestar. Por otra, la represión china abarca muchos más aspectos de la sociedad. Disidentes políticos, escritores, miembros de la llamad secta Falung Gong, enfermos de sida, blogueros, periodistas... De todas las personas puteadas en el país, se fijan en los únicos que viven más o menos bien (tienen una cierta autonomía, al fin y al cabo). Los únicos que me causan admiración son los de Reporteros Sin Fronteras. Desde el primer día han estado al pie del cañón.
En fin, ojalá todo esto sirva para que Pekín dé un paso hacia las libertades. Pero sé que no va a ser así.