1.
Los estadounidenses acuden a las urnas cada cuatro años: el primer martes después del primer lunes de noviembre. Las elecciones son indirectas. Cuando un ciudadano vota por su candidato a presidente, está votando realmente a compromisarios. Cada territorio aporta un determinado número de compromisarios al Colegio Electoral. Ellos elegirán al Presidente.
Hay 538 compromisarios en total; un candidato necesita la mitad más 1 para ganar. Si hay empate, la Cámara de Representantes decidirá quién se convierte en presidente y el Senado hará lo propio con el vicepresidente. Esta situación se ha presentado dos veces en la historia norteamericana.
La persona que aspire a la presidencia tiene que ser mayor de 35 años, ciudadano de EEUU, nacido en el país y que haya vivido allí durante, al menos, los últimos 14 años. El presidente nombra al vicepresidente.
2.
Hay diferentes tipos de primarias, pero la esencia es la misma. Los votantes de los dos principales partidos -Republicano y Demócrata- seleccionan delegados de los partidos. Los votantes registrados en cada estado sólo puede participar en la contienda de un partido, no en la de los dos.
Los delegados elegidos durante las primarias escogen formalmente a los candidatos en las convenciones nacionales de ambos partidos. Se supone que deben votar al candidato que ya han elegido. No así los superdelegados. Son personalidades prominentes del Partido Demócrata: senadores, congresistas, ex presidentes. Los superdelegados suponen casi un 40% de los delegados necesarios hacerse con la nominación. Más importante: no tienen comprometido el voto.
En la primera fase de las primarias ya comienza a hacerse evidente qué candidatos lograrán la nominación y al momento de la convención el partido ya sabe quién ha sido el nominado. El candidato ganador escoge entonces a su compañero de fórmula.
3.
La Constitución establece que el sufragio no puede ser negado por raza, color, sexo o religión. Votan los ciuddanos mayores de 18 años. Algunos estados sí ilmitan el voto a presos o ex presos. El número de personas que no pueden votar (temopral o permanentemente), se estima en más de 5 millones.
Los ciudadanos deben registrarse para votar, no están censados de forma automática. Algunos estados permiten registrarse el mismo día de la elección. Previamente, pueden inscribirse en escuelas, bibliotecas, por correo o en centros específicos.
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